prendiendo de un hilo

En los versos de este folio,derramo mis lágrimas,
las palabras que predico,brotan de mis entrañas,
la suerte prende de un hilo,se balancea en equilibrio,
con tacones de aguja cristalinos,se ríe del peligro.

Y las voces mas dañinas,hacen eco en mi cabeza,
la alegre cantinela,se va perdiendo entre tinieblas,
cuando por dentro todo es negro y te invade la tristeza...
bebo del agua pura de la vida,que se hace llamar cerveza.

Me ataron con cadenas y anduve como una perra,

le aullé a luna moviéndole el rabo,ladré correteando,

por un largo prado...desnuda corrí como un lince,y observe una estatua a lo lejos con forma de esfinge.

Una vez creí tener a la suerte de mi lado,
jugué una timba de pocker apostando lo ganado,
perdí el norte,y ahora vivo en mi eterno sur,
agachando mi cabeza,me encontré con alguien como tu.

La rabia se emerge en mi cuerpo,se hace con el poder,
se presenta como polvo,se quema como el papel....

Esta ira que ya tengo,yo he de vencer,
energías positivas en mi cuerpo he de meter,
pues las malas vibraciones,yo las puedo sentir...
miradas que me arañan,se paran frente a mi.

La luna,mi gran amiga...
se desprende de su ropa,
me enseña su barriga,
larga vida positiva yo quiero tener,
sonriéndole a la vida dejaré de perder.

Tras la puerta enemiga,se esconde mi piel,
tejida con hilos de aguja fina,
tatuada como palabras
en este papel...

Aun recuerdo que vi ayer,
esa niña inocente llorando,
preguntándose el porque....

Sin respuesta obtenida,
ella sigue caminando..
aunque lloró lágrimas de sangre
ella sigue luchando.

Derramando profecías,como profeta estancada,
sangrando aún las llagas de su alma derramada.

Y mis versos ¿donde vuelan?,
¿florecerán como las flores al llegar la primavera?
la eterna esencia siempre se queda,
la amarga gota convertida en prosa,nunca se quema.

Mi terapia nocturna,mi psicóloga sin palabras,
no responde a las plegarias,que se escapan de mi alma.
no responde a los lamentos,que de mi cabeza explotan,
tan solo deja fluir mis miedos,mis alegrías y mis derrotas.

Todos los derechos reservados:rebeca valverde