Guerreros

Se acerca un nuevo día
el sol se adentra sin aviso
sin espera,

la esperanza descansa escondida
en las aceras, las gentes charlan
hablan por hablar,

en tabernas donde la filosofía
te atrapa en un vaso de cristal.

Mentiras en los ojos ocultos
de toda verdad, en televisiones
que parlan, sin mostrar la realidad.

Soportas el peso de tus miedos
en un futuro incierto, sin perspectiva,
generaciones perdidas buscan salidas.

Buscan encontrarse a sí mismas,
volar, ya sea en sueños o en papel celofán.

Gritas a voces, y nadie escucha, cantas
a ratos, tu voz se mezcla con el sonido
de una ducha.

Nos atormenta la impaciencia,
inmóviles cerebros que andan
de un lado a otro y remueven

tus neuronas, feromonas sueltas
en cuerpos sudorosos, en caminos
de piedra, en desiertos calurosos.

No hay arma más mortífera que una sonrisa
ni amor más verdadero que el de una familia.

Nos queda un baile agarrado, una manta
arropando el desaliento pausado.

Nos queda el fuego del corazón en llamas,
el hielo de la rotura de una lágrima congelada.

Las dagas son nuestras palabras, los actos
nuestra batalla, el conformismo nos acorrala

nos deja sangrando por la boca, lo que todo
el mundo calla.

Saltan las chispas si me lleva la corriente,
escupo rabia por los cuatro costados y desaliento
con pausas entrecortadas de mi pulmón perforado.

Y por más que nos empeñemos a veces ni el
propio lenguaje consigue que nos entendamos.

Yo no te venderé un buen producto
satisfactorio y que te dará beneficios
a largo plazo.

Te vendo un caos a corto plazo
y la retirada a tiempo.

Te vendo mi tempo y te regalo mi cuento.

Sácale punta a tus ideas y límale
las uñas a tus leones.

Salta sin miedo a la caída y sin dolor
a esos moratones.

Que está la vida que echa flores,
para que las deshojes y reconstruyas otras.

Que somos el roto de nuestra blusa
y que el  lamento es una excusa para tu musa.

Que seremos invisibles para el resto
pero habrá una oreja que te escucha.

Que seremos ciegos, para la mayoría,
pero habrá algún ojo que te diga lucha.

Que nos sentimos si sentimos,
y en soledad nos amamos mejor,
que las mejores caricias siempre

se dará debajo del edredón.

Que nacimos gritando y nos quieren
ver mudos, que en este mundo somos
solitarios

Que nos dejan desnudos, con un pasado
vergonzoso y un presente corrupto.

Que no nos quiten el pincel
que construye nuestro futuro

Que nos dejen boli y papel
aunque la lengua se quede muda

Que no nos digan lo que tenemos
que hacer ni como.

Que solos avanzamos y
sin miedo a que nos coma el lobo.

Y en nuestro epitafio pondrá
habló poco pero no se calló nada.

Y en el olimpo nos coronarán
como guerreros de una cruel batalla.

By: Rebeka.