soles derritiendo,el perfume del silencio,
tachando lo irrevocable,
imaginando lo incontrolable,
saliendo de mi escondrijo,
imbatible y perturbable.
Escribiendo lo que salta,
y estalla en mi memoria,
escupiendo mis palabras,
sin bajarme de esta noria.
Cada papel escrito,
lleva miedos,lleva gritos,
la leve melancolía,no se mide,son trocitos.
Trocitos,que se escapan entre mis manos,
vuelan libres en pecado,
con los dientes apretados,
sujeta el tiempo por los lados.
No tengo lo que quiero,
y no quiero lo que tengo,
me amo en silencio,
y el silencio me hace un gesto.
Gesto aturdido,peregrino,
gesto de cansancio y de ruido,
gesto abstracto,gesto apagado,
gesto soltado,
de alaridos,camuflados.
Maníaca depresiva,
siempre mirando hacia arriba,
carcajadas de neuronas,
siempre soñando mi vida.
Un ciclo se acaba,
y da lugar a otro,
yo mirando esta playa,
estancada en mi manicomio.
Amontono los recuerdos,
en cajas baratas,
plastificadas de jirones
colgadas con corbatas
Con la camisa de fuerza,
columpiandome hacia atrás,
pues el loco que esta loco,
nunca sabe que lo está.
Yo como loca consentida,
reconozco que lo estoy,
cuantas trampas en mi vida,
y sigo sin saber quien soy.
Y consciente ya del todo,
siempre hablando por los codos,
tanta noche cautelosa,
tantos sueños...tantas losas.
caminatas,con mi pluma,
sigue empapando el papel,
lo seco a fuego lento,
para que no lo puedas leer,
en cada verso profano,
la letra que no se ve,
pues en cada texto narrado,
letra pequeña he de esconder.
Me desmemorio cada día,
y la memoria me dice donde está,
el corazón que se paró,
en cada espacio de mi alcoba
saborea su tic tac.
A patadas con las venas,
la arteria aorta se descuida,
matando las neuronas,
que controlan mi rutina.
¿Como tengo la capacidad de hacerlo todo tan difícil?,
odio desastillar mis cicatrices con barnices.
Pasearé por mi tumba,ya libre de pecado,
leeré mi gran libro,
apoyada en su regazo.
Muerte cautelosa,que paseas cada día,
atisbando mis pasos,
como ascua derretida.
Si me llevas contigo te propongo un pacto,
que me lleve mi cuaderno,
que es mi sangre,la que guardo.
Que las hojas se deshojan,
pues mi cuerpo vive en ellas,
y la tinta que la pintan,
son mis venas prisioneras.
Que la parte que lo forra,
es mi piel,desplumada,
que las lágrimas que añoro,
perecen de mis palabras.
Y te quedarás con mis sueños,
te quedarás con emoción.
pero seguirás sin poseer
la llave enchironada,
que guarda a mi corazón.
Es el pacto que te ofrezco por si lo quieres coger,
mantén este alma en el silencio,
hasta que nos volvamos a ver.
by:Rebeka
Todos los derechos reservados:rebeca valverde
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